lunes, 28 de diciembre de 2015

Crisis de la edad; como y por què cambia la conducta del niño

 Muchos padres se preocupan si su hijo, hasta hace poco dócil y cariñoso, es el mismo que de pronto se vuelve terco, desobediente y llorón. “Me lo han cambiado”, piensan. Pero en realidad es el niño el que está cambiando. Son las llamadas crisis de la edad, relacionadas la mayoría de ellas con los cambios que sufre su cuerpo.
 
Para entenderlas y saber cómo tratarlas hay que saber primero que se entiende por crisis. Se define como crisis una situación de cambios debidos a la evolución y desarrollo psicofisiológico de los niños.
 
Es por tanto un estado temporal con cierta y desorganización caracterizado por la dificultad del menor para abordar las situaciones nuevas.
 
Estas crisis de la edad son necesarias, ya que de otra forma el niño no podría evolucionar, desarrollarse, crecer y madurar.
 
Es por esto que son positivas, pero hay que saber actuar de manera correcta. Desdramatizar la situación y tener paciencia son buenas herramientas para los padres, que no deben olvidar que el niño es el primero que se siente en disconfort con él mismo.
 
Esto se debe a que el desarrollo de un niño no es regular. En algunos momentos cambia de forma lenta y gradual, pero en determinados periodos se producen “saltos” que son los que llamamos crisis. En estos periodos su comportamiento cambia, ya que cambian sus hábitos y cualidades físicas y psíquicas. Su mundo se amplia y sus formas de actuar, relacionarse y resolver problemas ya no le son útiles, así que busca nuevas maneras. Pero no es un proceso fácil.
 
Los expertos distinguen varias crisis que se producen antes de la mayoría de edad y que coinciden en casi todos los niños. La primera se produce alrededor del año y medio. Más tarde, alrededor de los tres se produce otro. También a los 12 y a los 14 años se producen cambios importantes que afectan al comportamiento y manera de entender y relacionarse.

Crisis del año y medio
 
Entre los 12 y 18 meses se inicia la deambulación, y el niño amplia sus posibilidades de explorar el mundo, comienza a andar, a jugar con el lenguaje, toca todo lo que ve y se lo lleva a la boca.
 
Ya no es un niño tranquilo que espera que sus padres le den lo que necesita, ahora comienza a investigar por su cuenta y se enfrenta a nuevos peligros
 
El comportamiento cambia, se mueve e interactúa más y protesta cuando no consigue lo que quiere.
 
Cambios a los 3 años
 
A los tres años niños normalmente tranquilos se vuelven más difíciles de controlar, no obedecen y se muestran tercos. Es algo natural e inevitable, ya que a esa edad quieren ser más autónomos.
 
Quieren hacer todo “yo solo” y empiezan a preguntar “porqué” de todo aquello que no entienden.
 
Hay que entender que a esta edad el niño comienza a tomar conciencia de sí mismo, como un ser independiente. Su “Yo” necesita reafirmarse y eso hace que a veces desafíe con sus acciones.
 
Estas nuevas conductas tienen su explicación en el proceso madurativo del niño que adquiere nuevas capacidades. Es el momento de dejarles que empiecen a hacer cosas por sí mismos, aunque eso a veces suponga que lo hagan mal, ya que de esta forma se potencia su autonomía y autoestima.
 
Pero los padres también deben darle mayor responsabilidad, como hacer que recojan sus cosas, ayuden a quitar los platos, etc.
 
En cuanto a las constantes preguntas que a veces sacan de quicio, hay que tener paciencia y contestarlas sin evasivas, ya que así se está satisfaciendo su curiosidad y necesidad de conocer. Basta que se les responda de una forma escueta, directa y simple, sin dar más explicaciones de las que piden.
 
También hay que mantener la serenidad cuando se empeñan en aquello que desean, los padres deben mantener sus normas y no ceder, pero con cariño y cierto sentido del humor. No hay que olvidar que en estas crisis los niños necesitan que les enseñen el camino, que se mantengan las rutinas y se delimiten los comportamientos inadecuados, aunque también que se les felicite por lo que van consiguiendo
 
La dulce infancia
 
Entre los 6 y 10 años los niños atraviesan una época tranquila. Algunos especialistas la denominan la infancia dulce, que termina con la llegada de la pubertad
 
Alrededor de los 12 años se inician cambios hormonales que se traducen en cambios de comportamiento que pueden sorprender a los padres. Se trata de la pubertad relacionada con el desarrollo psicofisiológico sexual.
 
Las niñas suelen experimentar cambios de humor, están más irritables. Los niños más agresivos y activos. Aparece el deseo sexual y comienzan a mostrar interés por el sexo opuesto a la vez que se muestra muy pudorosos.
 
Los niños comienzan a cuestionar a los adultos, a provocarles y están en constante contradicción con ellos mismos. Todo ello se acentuará en la adolescencia.
 
También muestran una búsqueda de independencia y parecen estar buscando constantemente el conflicto y el enfrentamiento con los padres.
 
Asumir con naturalidad estos cambios puede resultar una ardua tarea para los chicos y los padres.
 
La temible adolescencia
 
El paso de la infancia a la juventud no es fácil para los padres, pero tampoco para los niños. Si en la pubertad el cambio de comportamiento y carácter del niño está más provocado por cambios fisiológicos, en la adolescencia son los cambios psicológicos y afectivos los que provocan la “crisis”.
 
Es una etapa cargada de contradicciones, en la que los amigos cobran más importancia, porque el adolescente debe crear su propia personalidad, lo que supone un distanciamiento de los padres, no solo en sus opiniones, también en su forma de vestir y hablar.
 
La adolescencia se caracteriza por la rebeldía, el inconformismo y las crisis de identidad, lo que multiplica los conflictos familiares. Son constantes las discusiones en casa, ya que los hijos no suelen obedecer, contestan mal, se encierran en su habitación y hacen más caso de los amigos que de los adultos.
 
Viven un momento de confusión e incertidumbre que ni ellos mismos entienden, de hecho son frecuentes los sentimientos de culpa y arrepentimiento en situaciones en las que se comportan como no les gusta, pero que no saben gestionar.
 
Para superar esta fase, es conveniente que los padres deben respetar su intimidad, tener paciencia con los cambios de humor y conductas propias de la edad, sin tomarlo como algo personal. Deben ser flexibles, pero manteniendo unas normas mínimas de convivencia en casa y es aconsejable que en lugar de imponer las cosas expliquen las razones y, sobre todo, tener paciencia, serenidad y dosis de humor.
 
En algunos casos puede ser positivo consultar a especialistas en pedagogía y orientadores familiares que ayudan en esta etapa en la que es necesario manejar una comunicación que ayude al buen clima familiar.
 
LINEA AVOLUCIÓN DEL NIÑO
 
-De 0 a 18 meses es un bebé que requiere a sus padres constantemente
 
- Al año y medio el niño gana en autonomía, comienza a moverse y se produce una primera crisis
 
-A los 3 años se inicia una etapa de grandes cambios tanto intelectuales como físicos y el niño cambia de comportamiento y pasa por una fase de “negativismo” y rabietas
 
-De los 6 a los 10 es un periodo tranquilo, es la etapa más fácil en la educación de los niños
 
-Alrededor de los 12 años comienzan los cambios físicos de la pubertad. En esta época dan un estirón y el cuerpo les comienza a cambiar, repercutiendo en el humor y la actitud
 
-A los 14-15 años se produce la transición psicológica y social entre la niñez y la vida adulta. Es el periodo de la adolescencia cuando se dan con mayor frecuencia los conflictos familiares ante los cambios de comportamiento. En esta etapa es necesaria una mayor comunicación

sábado, 26 de diciembre de 2015

Consejos para prevenir y aliviar los gases del bebe

Los eructos y la expulsión de gases del bebé es una cuestión que preocupa a muchos padres y es que cuando el bebé realiza las tomas de leche, succiona el chupete o al llorar ingiere aire que si se acumula en el estómago puede provocarle molestias. Estos consejos pueden ayudar a evitar y aliviar los gases del bebé.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que si los gases son muy persistentes, se acompañan de otros síntomas o notamos que el bebé está muy molesto y no tenemos claro que la causa sean esos gases, hay que consultar con el pediatra.
Intenta que expulse los gases después de cada toma. Para ello existen varia posturas, como con el bebé incorporado sobre el hombro y dándole unos golpecitos suave en la espalda. También podemos poner al bebé sentado sobre nuestras piernas durante unos minutos para favorecer el eructo. Muchos bebés no expulsarán los gases y no habrá eructo, pero puede que estén tranquilos, por lo que tampoco hay que insistir.

Si a mitad de la toma notamos que el bebé deja de mamar inquieto, hemos de tratar de que expulse los gases, haciendo una pausa y poniendo en práctica las "técnicas" vistas en el punto anterior. Es probable que después de eructar siga mamando tranquilamente.

En ocasiones notamos que la leche sale muy deprisa o a chorro del pecho y el bebé "no da abasto", por lo que es mejor dejar que fluya un poco para evitar que el bebé tenga que tragar con rapidez y trague mucho más aire.

Ten en cuenta que, en los primeros meses de vida del bebé, junto al eructo son frecuentes las regurgitaciones o pequeños vómitos de leche. No han de preocuparnos si no afectan a la ganancia de peso del bebé y no vemos que les duela. Eso sí, mejor ir bien pertrechados de baberos o gasas para evitar que vayan y vayamos manchados continuamente.

En ningún caso hay que dejar llorar prolongadamente al bebé, ya que nos está pidiendo ayuda de esa manera. Pero es que, también, al llorar traga aire y se le pueden acumular gases.

Hay que evitar llegar tarde a la hora de comer, porque si el bebé llega a las tomas muy hambriento mamará con ansia y tragará mucho aire al hacerlo. Si notas que el bebé está inquieto y empieza a hacer ruiditos, es probable que ya tenga hambre.

Si crees que el bebé tiene molestias por los gases, podemos aliviarlas haciendo ciertos "ejercicios" moviéndole las piernecitas como si pedaleara, o hacer masajes abdominales suaves y circulares, en el sentido de las agujas del reloj. Aquí os explicamos todo acerca de los masajes para aliviar las molestias digestivas del bebé.

Además de todos estos consejos para prevenir o aliviar los gases del bebé recuerda no darle infusiones, que pueden ser peligrosas para el bebé, ni bebidas azucaradas, ni medicamentos sin consultar al pediatra

martes, 22 de diciembre de 2015

El gateo, importante para el bebe.

A los ocho o nueve meses probablemente tu bebé va a descubrir un modo de desplazarse, su primer modo de desplazarse, el gateo. El gateo es una fase imprescindible en el desarrollo de la persona y del cerebro y además es un gran paso para su autonomía antes de los primeros pasos.

Hay muchas razones por las que un niño debería gatear y nosotros no impedírselo, y hoy vemos como, entre ellas, están las primeras conquistas de la autonomía: a nivel motor y también psicológica.
El gateo es el primer paso para la autonomía motora del niño, que empieza a producirse cuando existe cierta madurez evolutiva (por eso cada niño puede empezar en un momento distinto) y cuando el cerebro es capaz de entender cómo sortear los obstáculos. Existen diferentes estilos de gateo, y casi todos preparan al bebé para la etapa posterior en sus desplazamientos, es decir, para caminar, correr, saltar... Los músculos de las piernas y los brazos se fortalecen mediante estos movimientos y el cerebro cada vez establece conexiones más complejas para realizar movimientos diferentes. Incluso, la motricidad fina se ve estimulada con el gateo, ya que brazos y manos también intervienen en estos avances a gatas.

El bebé también adquiere autonomía a nivel psicológico, porque es la primera vez que puede desplazarse autónomamente, elegir dónde ir, "separarse" de mamá y papá, explorar... y hacerse unos verdaderos expertos en el suelo de casa y todo lo que contiene. Y ojo, porque esto también nos recuerda que no hemos de obviar las medidas de seguridad para los niños que empiezan a gatear. Lo que está claro es que en la mente del bebé se van a producir muchos sentimientos ante este nuevo mundo que se abre a su alrededor, ante esta nueva y nunca antes sentida "independencia": miedo, dilema, emoción... Además, esta primera habilidad física del gateo del niño es una muestra de su inteligencia cuando aún no hablan, ya que es el pensamiento sensorial-motor el que está más desarrollado.

Recordemos que cada bebé tiene su ritmo y empezarán a gatear cuando esté preparado, intervienen muchos factores, incluso los bebés que nacen en invierno empiezan a gatear antes debido probablemente a que tras unos meses, con el buen tiempo tienen más oportunidades de estar en contacto con el suelo, con menos ropa... y esto favorece su motricidad.

En cualquier caso y en cualquier época, nosotros podemos facilitar que nuestros niños se arrastren, con seguridad, ofreciéndoles un entorno adecuado y animándolos a moverse desde el suelo.

Permite a tu bebé que experimente estas conquistas en su autonomía gracias al gateo, ya que se están preparando de forma natural para seguir creciendo, para seguir conociendo su entorno, a nosotros mismos, a él mismo. ¡Y existen muchos juegos para estimular el gateo al tiempo que lo pasamos en grande

sábado, 19 de diciembre de 2015

Como diferenciar el baby blues de la depresión postparto?

El estado de ánimo de tristeza postparto o Baby blues no es una depresión postparto. Aunque es muy frecuente utilizar la etiqueta de depresión postparto para definir a la madre que se siente triste y un poco ansiosa las primeras semanas tras el nacimiento de su bebé, son dos alteraciones del estado de ánimo diferentes. Así pues, muchas veces se confunde el síndrome del Baby blues con la depresión postparto y, aunque ambos trastornos tienen similitudes, es importante saber diferenciarlos.

El síndrome del Baby blues o tristeza postparto es una alteración emocional que conlleva sentimientos de tristeza, irritabilidad, frecuentes ganas de llorar, angustia y cambios de humor.

La depresión postparto es un estado depresivo que se caracteriza por irritabilidad y ansiedad, alteraciones del apetito, sentimientos de culpabilidad, falta de concentración, incapacidad para disfrutar, alteraciones del sueño y del apetito y retraimiento. Además, puede presentar otros síntomas como sentimientos negativos hacia el bebé, incapacidad de cuidar de sí misma o del bebé y preocupación exagerada por el bebé o falta de interés hacia él.

Así pues, ambos síndromes coinciden en que presentan sentimientos de tristeza, angusta e irritabilidad, pero tienen muchas diferencias.

Diferencias entre la depresión postparto y el Baby Blues
La depresión postparto es un trastorno grave del estado de ánimo, mientras que el Baby blues es una alteración leve. Por tanto, la intensidad de los síntomas de la depresión postparto es mayor que la de los síntomas del Baby blues.
El Baby blues aparece durante la primera semana tras el parto, generalmente. Sin embargo, la depresión postparto puede iniciarse en cualquier momento durante el primer año después del parto.
El Baby blues afecta a un 80% de las madres, aproximadamente, mientras que la depresión postparto aparece en alrededor de un 15% de las madres. Por tanto, el Baby blues es mucho más frecuente que la depresión postparto.
El Baby blues tiene una duración de unos 15 días, a diferencia de la depresión postparto, que puede durar hasta un año.
El Baby blues no interfiere con las tareas diarias de la madre. La depresión postparto sí puede interferir con las actividades de la vida diaria de la madre e incapacitarla para llevar a cabo algunas de ellas.
El Baby blues no entraña ningún riesgo para la salud de la madre o del bebé. La depresión postparto sí puede llegar a ponerles en peligro en algunos casos porque puede hacer que la madre sea incapaz de cuidar de sí misma o del bebé.
El Baby blues remite por sí solo. Sin embargo, la depresión postparto requiere de ayuda psicológica especializada.
¿Por qué es importante saber diferenciarlos?
La importancia de saber diferenciar el Baby blues de la depresión postparto radica en que la depresión postparto es un trastorno que puede llegar a ser muy grave y requiere tratamiento especializado. Sin embargo, el Baby blues es una alteración leve que remite por sí sola. Diferenciarlos bien es esencial para actuar de forma adecuada ante uno u otro.

jueves, 17 de diciembre de 2015

El baño del bebe. Porque algunos bebes lloran durante el baño?


El baño forma parte de la higiene diaria de los bebés. Aunque no se ensucian como un niño mayor, el baño sirve para eliminar el sudor y las células muertas de la piel.

El baño es una actividad relajante y favorece el sueño del bebé. Por ello, la mayoría de las madres baña a su hijo por la noche. 

El baño favorece el contacto corporal entre la madre o el padre y el bebé, lo cual le tranquiliza y le da seguridad. Es un buen momento para hablarle, cantarle, hacerle algún mimo o, después del baño, darle un masaje.

La bañera no debe llenarse más de 10 ó 15 cm y la temperatura del agua debe estar cercana a la temperatura del cuerpo 35-37º. Si no dispones de un termómetro de baño, puedes comprobar la temperatura introduciendo un codo en el agua. Empieza llenando la bañera con agua fría y completála con agua caliente. Así evitarás que tu bebé se queme.

No abuses del uso de jabones. No hace falta utilizar jabón a diario sobre la piel de los bebés, pues reseca en exceso la piel. Sólo es necesario si está muy sucia la zona del pañal. Puedes utilizar aceites vegetales para favorecer la elasticidad de la piel.  

El bebé no debe quedarse solo en el baño en ningún momento. Por ello, debes asegurarte de tener a mano todo lo necesario antes de empezar a bañar a tu bebé.

¿Qué objetos conviene tener a mano para bañar al bebé?

Una toalla seca y templada para secar al bebé despues del baño.

- Jabón líquido neutro para bebés.

Una esponja vegetal para frotar sin dañar la piel del bebé.

- Crema especial para el culito del bebé.

Aceite o crema hidratante para bebés.

- Una gasa estéril y alcohol de 70 grados para la cura del cordón umbilical

- Pañales limpios.

- La ropa con la que se va a vestir al bebé después del baño.

- Un cepillo de cerdas suaves para el pelito del bebé.

- Colonia suave para bebés, que debe aplicarse en la ropa y con moderación.

El polvo de talco puede ser tóxico para el bebé si éste lo inhala. Es preferible prescindir de su uso.

¿Por qué algunos bebés lloran durante el baño?

Algunos bebés se relajan en el baño, mientras que otros lloran cuando se les viste y desviste, y también dentro del agua.

Probablemente sea porque su temperamento les hace más irritables y toleren mal los cambios (de ropa, de actividad, de postura).

Parece que se sienten inseguros al encontrarse sin ropa y sin apoyo.

Por lo general se van habituando al baño y, poco a poco, disfrutan más con esta actividad.

Si la hora del baño del bebé es motivo de estrés para los padres, pueden hacerlo en días alternos (los bebés no se ensucian tanto), y limitarse a limpiarle la cara y el culito.

Algunos padres y madres han comprobado que el bebé se relaja más si se bañan con él, sujetándole contra su cuerpo, lo que le da seguridad y le permite bañarse sin llorar.


lunes, 14 de diciembre de 2015

El destete


La edad en que ocurre el destete por completo, es decir, que el niño abandona definitivamente la leche materna, es variable y está influido por factores de muy diversa índole, tanto biológicos como sociales y culturales.

Hoy sabemos que no existen razones científicas por lo que se deba recomendar dejar la leche materna a una determinada edad. Cualquier recomendación sobre una edad óptima de destete está basada en opiniones personales, teorías no contrastadas empíricamente o simples prejuicios.

Cual debe ser la duración de la lactancia materna es una decisión libre de cada madre y de cada hijo, salvo que se produzca una situación de emergencia que fuerce a finalizar el amamantamiento.

Se debe tener en cuenta que el destete no solo es un cambio en la dieta del niño, sino que es un asunto muy serio con gran repercusión emocional para él y para su madre. El niño puede experimentar sentimientos de frustración y de abandono, al no entender por qué su madre le niega algo tan importante para él; la madre, a su vez, puede experimentar sentimientos de pérdida y de tristeza por haber tenido que cambiar esta forma de relación íntima con su hijo.

Por todo ello las recomendaciones arbitrarias sobre la limitación de la lactancia materna, que no tienen en cuenta los deseos de la madre y de su hijo, son simplemente inaceptables.

Destete forzoso

En algunas ocasiones el destete se hace inevitable por causas médicas u otras (enfermedad grave de la madre o el niño, accidente, situación de emergencia, separación prolongada, etc).

Cuando el destete ha de ser impuesto, por un motivo totalmente justificado, antes de que la madre o el niño estén preparados para ello, ambos necesitarán apoyo y comprensión.

De todas formas, antes de tomar esa decisión, sería de gran importancia buscar información contrastada sobre la necesidad de ese destete, ya que con demasiada frecuencia se tiende a inhibir lactancias sin una justificación científica real.

Conviene saber que losmedicamentos realmente incompatibles con la lactancia son muy pocos y las enfermedades que contraindican la lactancia son menos aún.

Destete voluntario

El destete puede ocurrir a iniciativa de la madre o del niño. En situaciones ideales sería deseable que el destete se produjera de mutuo acuerdo y fuera un proceso tan satisfactorio y enriquecedor como la lactancia, pero esto no siempre sucede.

La decisión sobre el momento del destete puede tener grandes variaciones de una madre a otra y también de un niño a otro.

En ocasiones la madre puede sentir deseos de poner fin a la lactancia antes que su hijo esté preparado para aceptarlo. Otras veces quien decide ponerle fin puede ser el niño a pesar de que su madre no tuviera ningún inconveniente en continuar.

Sea cual sea el momento en que uno de los integrantes de la pareja lactante desea ponerle fin, o sean cuales sean los motivos, es importante recordar que se trata de una opción personal y que todas son respetables.

Destete a iniciativa del niño

Si el destete sucede a iniciativa del niño va a ser él quien marque la pauta.

Algunos niños simplemente un buen día deciden que no quieren mamar más.

Otros lo hacen más despacio, paulatinamente se van desinteresando por la lactancia materna, reduciendo la demanda hasta que ésta cesa por completo. Los hay que primero maman solo una vez al día, luego una vez cada varios días, hasta que simplemente dejan de pedir.

Un nuevo embarazo puede tener un papel en el destete del hijo anterior. Debido a los cambios de la leche durante el embarazo (menor volumen, distinto sabor) muchos niños se destetan solos en esta época. Otros prefieren seguir mamando, y continuar haciéndolo tras el nacimiento del nuevo hermano. A esta situación de dos niños de diferentes edades mamando a un tiempo se la ha llamado “lactancia en tándem”.

Destete a iniciativa de la madre

Una madre puede tener diversas razones para desear finalizar la lactancia materna; desde razones médicas, emocionales, presiones familiares, sociales, etc.

El momento en que una madre empieza a desear el cese de su lactancia es también muy variable. A algunas les puede suceder a los pocos días o meses, a otras al cabo de varios años.

En cualquier caso, de ser posible, siempre es preferible un destete gradual a un destete brusco. Este último puede generar ingurgitación mamaria (pechos hinchados, duros y doloridos) e inclusoobstrucciones, mastitis e incluso abscesos(inflamación e infección más o menos severa del pecho tras disminuir el drenaje), que no ocurrirían si se permitiese la adaptación de la mama a la disminución progresiva de la succión, como ocurre durante el destete gradual (a menor succión, menor producción, hasta que ésta cesa por completo). Desde un punto de vista emocional el destete gradual también es más fácil para el niño.

El destete supone mucho esfuerzo, y madres que han destetado activamente a sus hijos suelen decir que no les quedaba mucho tiempo libre, ya que tenían que emplearlo en distraer a sus hijos de otro modo.

Los niños que son destetados antes de superar su necesidad de mamar pueden empezar a chuparse el dedo o incluso a usar chupete si se le ofrece, siendo sustitutos del amamantamiento que pueden proporcionar cierto consuelo a un niño frustrado por el destete.

La noche puede ser un momento especialmente difícil para un pequeño que espera mamar y no puede entender la reticencia de su madre; a esa hora pocos de la familia van a estar especialmente racionales y pacientes; el padre puede hacer que el proceso nocturno sea mejor tolerado, proporcionando los cuidados nocturnos al pequeño.

Hay que aceptar la protestas del niño si llega el caso, tiene derecho a quejarse si le quitan algo que era importante para él. Ofrecerle apoyo y consuelo facilitará que al final lo asuma.

Del mismo modo hay que aceptar la decisión de la madre sean cuales sean sus razones. Amamantar es cosa de dos y si uno no quiere seguir está en su derecho también. La lactancia materna no debería ser nunca un sacrificio.

Ideas y sugerencias para acelerar un destete

No ofrecer, no rechazar

No garantiza el tiempo que pueda prolongarse el destete. Es el menos doloroso para el niño.

Distracción

Se trata de identificar los momentos, lugares y circunstancias en los que el niño suele pedir el pecho, y anticipar alternativas al amamantamiento, para que el niño dirija su atención hacia algo nuevo y atractivo en vez de hacia la pérdida de algo entrañable como mamar.

Sustitución

Se ofrece comida o bebida al niño para evitar que pida el pecho por hambre. No se trata de sobornarlo con golosinas para que deje el pecho. Sólo funcionará cuando el niño tenga hambre. Hay que tener en cuenta que los niños también maman por afecto hacia su madre, para sentir su cercanía, por consuelo si están cansados, frustrados o con miedo.

Aplazamiento

Con un niño que ya nos entiende se puede negociar el demorar una toma. El niño debe ser lo bastante maduro para aceptar la espera. Se le puede ofrecer algo que le mantenga contento mientras tanto.

El destete por abandono, es decir que la madre se separe del niño por unos días, no es recomendable, ya que el niño no solo se ve privado bruscamente de la leche de su madre, sino también de su presencia, que es vital para su salud afectiva y emocional (3).

Si la madre no quiere o puede hacer un destete paulatino y desea interrumpir la lactancia lo más rápido posible, en todas las culturas y épocas se encuentran testimonios de estrategias variadas.

Poner tiritas en los pezones y decirle al niño que las tetas están enfermas, untar los pezones con cremas con un color, olor o sabor que resulte desagradable para el bebé, etc., son las más habituales.

Por ejemplo, en algunos países, las madres se untan el pezón con aloe vera ya que parece ser que su sabor no gusta a muchos niños. Estas estrategias no son ni buenas ni malas, mejores o peores, simplemente pueden ser eficaces.

El destete natural

Algunas personas creen que si el niño no es activamente animado a destetarse, no lo hará nunca por sí mismo; sin embargo, esta idea es errónea, como lo demuestra el hecho de que en sociedades en que se permite al niño mamar tanto tiempo como quiera, acaba por destetarse él solo.

En la mayoría de sociedades humanas el destete suele ocurrir pasados los 2 o 3 años de edad; en nuestra cultura ocurría así hasta hace poco más de un siglo. Los acontecimientos que han condicionado en nuestro medio el rechazo cultural hacia la lactancia más allá del primer año son complejos, pero no dejan de ser cuestiones culturales, que no tienen que ver con las necesidades biológicas o psicológicas del niño.

Está muy extendida la creencia de que a partir de una cierta edad la leche materna no alimenta, que el niño mayor que mama es por vicio, o que prolongar la lactancia afecta negativamente el desarrollo psicológico del niño. Estas creencias han llegado a calar profundamente en la mayoría de las personas, incluyendo médicos, psicólogos y pedagogos.

Esta presión cultural en contra es el principal inconveniente de la que se ha denominado “lactancia prolongada”; en algunos países, como Estados Unidos, es algo tan inusual que algunos han llegado a verla como una perversión. Existen casos de madres acusadas de abusos contra sus hijos.

De hecho, el estigma social de continuar amamantando a un niño que ya camina o que va a la escuela fuerza incluso a madres seguras de sí mismas a hacerlo en la clandestinidad; los que más han dañado la lactancia prolongada han sido los profesionales de la salud, dando información sin base científica real, a la vez que desalentando a las madres que han querido prolongar la lactancia.

Cada especie de mamíferos tiene una edad en la que el destete ocurre de forma natural, que probablemente esté condicionada genéticamente, aunque en nuestra especie es difícil deslindar lo cultural de lo biológico.

Cambios en la leche durante el destete

Existe la creencia popular de que a una determinada edad del niño la leche materna pierde sus propiedades nutritivas. Esto no sólo no es así, sino que no existe ningún alimento que aisladamente supere el valor nutritivo de la leche. Si que la pueden superar en algún nutriente en concreto (por ejemplo, el hígado la supera en hierro, la papaya en vitamina C y la carne de buey en proteínas) pero no en todos a la vez; de manera que la leche materna sigue siendo el alimento más nutritivo de cuantos pueda tomar un niño, aunque tenga tres o cuatro años.

Existen algunos estudios que evalúan los cambios en la composición de la leche materna durante el proceso del destete, en ellos se demuestra que el volumen de leche disminuye en proporción a la cantidad de otros alimentos que tome el niño (a menor hambre, menor succión y menor producción de leche). La concentración de proteínas aumenta hasta el 142% del basal, los lípidos mantienen su concentración, el hierro aumenta hasta el 172%, el calcio permanece constante y el zinc disminuye hasta el 58% del basal (5). Los factores inmunitarios se mantienen durante el destete gradual (6). Hay que decir que estos estudios se hicieron en niños que fueron destetados por causa del propio estudio, a la edad de 7 meses, y que el destete duró 3 meses, pero no dice nada de lo que puede ocurrir durante el destete natural, que puede tardar varios años.

Falso destete

A lo largo del primer año de vida pueden existir momentos en los que el niño muestra un menor interés por la lactancia, como consecuencia de su propio desarrollo (por ejemplo, alrededor de los 9 meses) (7). Esto no debe ser confundido con el verdadero destete. Más bien es consecuencia del creciente interés del niño por su entorno, que le hace distraerse fácilmente del pecho. En un ambiente tranquilo, con luz tenue, con un menor nivel de estimulación, el niño mamará cuanto necesite, recuperando “el tiempo perdido”.

Si pensamos que la leche es un alimento de gran importancia en la dieta del niño, al menos durante sus dos primeros años de vida, no es razonable pensar que ya no le hace falta la leche de su madre pero sí en cambio otro tipo de leche. La naturaleza no tiene previsto que una cría tome leche de una especie distinta a la suya.

En cualquier caso, si una madre no desea prolongar la lactancia hasta que el niño decida dejarlo, tal vez le sea más fácil destetarlo entre la edad de los 9 y 14 meses. Sin embargo la decisión de la madre de destetar puede no ser firme a esa edad, por lo que no se debería alentar a la madre a que lo haga con el fin de evitarle supuestas futuras molestias que tal vez no se presenten nunca.

Huelga de lactancia

A veces ocurre que un niño de repente se niega a mamar de forma brusca. A esta conducta se ha llamado “huelga de lactancia”, es autolimitada y no debe ser confundida con un verdadero destete. Las causas de esta situación pueden ser muy variadas y a veces una madre tendrá que investigar que ha ocurrido en su caso. Si se identifica y evita el motivo, la lactancia continuará.

A veces puede ser necesario más esfuerzo, especialmente si el motivo no ha sido identificado o no es evitable. Puede ser útil ofrecer el pecho en un lugar relajado, a media luz, sin distracciones o cuando el niño está medio dormido. Suele ser contraproducente intentar rendir al niño por hambre. Mientras se reinicia el amamantamiento la madre puede extraerse la leche, que le puede ser ofrecida al niño con vaso o cucharilla.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Cuando podria comer mi bebe dulce?

A los bebés y niños les encanta el sabor dulce. Pero este tipo de alimento no es demasiado adecuado para la alimentación del bebé y del niño. No debemos ofrecer dulces a bebés menores de un año. A los niños de más de un año debemos darle dulces con limitación, evitando que se acostumbren a comer frecuentemente este tipo de alimento. Es importante evitar utilizar los dulces como recompensa a la buena conducta del niño.

Se trata de un grupo amplio y heterogéneo de alimentos como: galletas, bizcochos, pastas, pasteles, tartas, bollería, helados, chocolate, bombones,...

Deben tomarse rara vez o en pequeñas cantidades, ya que suelen fabricarse con:

  • Carbohidratos o azúcares: azúcar, miel, harina, mermeladas.
  • Proteínas procedentes de la leche, los huevos, frutos secos...
  • Grasas: nata y grasas lácteas, mantequilla, manteca, margarina, mantequilla, frutos secos, cacao y otras grasas vegetales, entre ellas el aceite de coco y de palma que son muy perjudiciales pues facilitan el acúmulo de grasa en las arterias.

Al ser alimentos que contienen mucha energía y resultan apetitosos (los humanos tenemos preferencia innata hacia los sabores dulces), su consumo en exceso suele conducir a la obesidad y, a más largo plazo, facilitar la aparición de diabetes y arteriosclerosis. Además, no aportan vitaminas.


Se recomienda no dar golosinas antes de los dos años, sobretodo si son a base de chocolate. Las golosinas en general son alimentos ricos en azúcares, aportan calorías vacías y pocos nutrientes y son generalmente estimulantes del apetito.


No es que los niños no puedan comer golosinas, pero se debe evitar que su consumo sea habitual. Se debe tratar en lo posible de sustituirlos con frutas, las cuales también tienen un sabor dulce y son ricas vitaminas, minerales, hidratos de carbono complejos y fibra pero no aportan grasas.

¿CUALES SON LAS MÁS RECOMENDABLES O MENOS MALAS?

Aquellas que son muy pegajosas favorecen más la aparición de caries. El chocolate además de su contenido en azúcar tiene mucha grasa.

¿CUANDO PUEDEN EMPEZAR A COMER CHOCOLATE?

La introducción del chocolate no debe ser antes del 2do año, debido a su gran poder alergénico. Debe ser incorporado a la dieta con precaución verificando que no se produzcan alergias, de ser así, deberá ser excluido de la alimentación por lo menos un tiempo. Dado su alto contenido calórico pero pobres en otros nutrientes y rico en grasa deben ser consumidos con moderación

jueves, 10 de diciembre de 2015

Cuando la lactancia va tan mal, que llora el bebe y llora ella



Cuando estás cerca de dar a luz piensas en lo maravilloso que será tenerle ya en brazos, achucharle, darle besitos, vestirle, verle con la ropa que le habéis comprado, disfrutar con su presencia, enseñarle a la gente el nuevo amor de tu vida, hacerle fotos para recordarlo siempre, alimentarle...¿¡alimentarle!?

Sí, en principio sí, alimentarle también forma parte de las cosas bonitas: verle succionar, oírle tragar, ver cómo pone la manita en el pecho como asegurando que no se le va a escapar y verle dormir plácidamente después de ese momento. A menos que todo eso no suceda y que el bebé se agarre al pecho, haga daño, se coja, se separe, ponga las manos por delante, llore, mame, se duerma y a los cinco minutos todo vuelva a empezar: es la lactancia que te hace sentir culpable, la lactancia que fracasa, la lactancia que te hace llorar.

Que haga daño

Es normal que los primeros días duela un poquito, una ligera molestia, como es normal que no duela nada de nada, pero son solo unos días y el dolor debe ir remitiendo a medida que el bebé abre más la boquita y a medida que el pecho está menos lleno. Pero a veces no deja de doler. El bebé no se agarra bien, o tiene frenillo, y el dolor no solo no va disminuyendo conforme pasan los días, sino que va en aumento. Y aparecen grietas, y el que debería ser un momento de placer se convierte poco a poco en un momento de sufrimiento, y el dolor empieza a ser una constante, tan molesta, que la madre casi reza por que su bebé duerma un poco más cada vez, para no oír su gemidito, ese que precede al llanto, que tendrá que calmar con su pecho y con más dolor.

Que se coja, se separe, ponga las manos por delante y llore

Cuando un bebé tiene hambre solo busca apaciguar esa mala sensación de falta, esa molestia en el estómago, y por eso intenta utilizar la succión como mecanismo que le calme. La succión tiene ese efecto, relajarles, pero si no va acompañada de alimento no le sirve de mucho. Así que se coge al pecho, pero si no consigue lo que necesita se separa, llora e intenta ayudarse de las manos. Quiere coger el pecho y metérselo en la boca, pero no sabe, no puede. No es capaz de hacerlo porque aún no coordina.

Y ese gesto de desesperación empieza a poner nerviosa a la madre, que no solo está sufriendo por el dolor que sabe que va a tener, sino por ver que no está logrando calmarle, tranquilizarle, hacerle sentir tranquilo.

"No soy capaz, no soy buena madre"

Y empiezan los lamentos. Empieza la culpa. Ve a otros bebés mamar y ve que comen tranquilos. ¡Si hace unos días habló con su amiga, que dio a luz hace dos semanas, y le dijo que estaba engordando más de 200 gramos por semana! Pero ella no. Ella siente que no lo está haciendo bien, y todos se lo están haciendo saber: su bebé, su pareja que no lo dice, pero parece que lo piensa, y su madre, que sí, ella sí lo dice, que le dé un biberón, que esta pasando hambre.

Y al final se rinde porque no puede más y va al médico para explicarle que todo está yendo bastante mal. Si da con un profesional preparado tendrá la suerte de encontrar algunas posibles soluciones válidas. Quizás encuentre el problema y todo empiece a ir mejor desde ese momento, pero quizás no tenga esa suerte y le visite uno de los que dicen "tú dale a demanda, en cuanto te pida, y nos vemos en dos días". Que está bien, que es así, a demanda, pero puede ser insuficiente, porque ya lo hacías, tú ya le dabas a demanda.

Y pasan los dos días, en que tus ojeras han ido a más, amamantar te hace llorar porque duele cada vez más, y le has dado incluso cuando sentías que no debías, que igual tendría que dormir. Que te han dicho que "dormir también les alimenta" y tienes la sensación de que no duerme demasiado y come mucho... ¡a ver si por haber estado tanto a la teta y dormir poco no ha engordado suficiente! ¡Y encima ha hecho caca dos veces! "Eso no puede ser bueno para su peso", piensas.

Te plantas en la consulta y ves que no solo no ha ganado peso, sino que ha perdido 20 gramos. Dos días en que has puesto todo lo que tenías, en que has llorado todas las lágrimas que te quedaban, has aguantado el dolor mordiéndote el labio, le has calmado como has podido, apenas habéis dormido para que comiera, has desoído todos los consejos de los demás, no le has soltado casi para que comiera, todo con la intención de ser una madre más, una madre normal, una de esas que apenas va al pediatra,una de esas que ves en el parque, sacándose la teta despreocupada y alimenta a su bebé como si lo hubiera hecho toda la vida.

Y ahí mismo el bebé se pone a llorar, en la consulta, y vuelves a sentir ese escalofrío que te recorre todo tu cuerpo, sabedora de que vas a tener que darle el pecho otra vez, con dolor, sufrimiento, y todo para que no gane nada de peso.

Y no todo depende de los profesionales

Y sé que soy repetitiva,  pero las madres lactantes necesitan como agua de mayo profesionales de la salud que sepan de lactancia para que, al menos las que quieran amamantar, puedan lograrlo. En su ausencia están las IBCLC y las asesoras de lactancia, cuyos servicios y éxitos en sus funciones están fuera de toda duda, pero hay ocasiones en las que se requieren pruebas, procedimientos y tratamientos, y entonces la responsabilidad es de los profesionales médicos. Por eso deben saber.

Y no, no me voy a quedar solo en ellos, porque no todo depende de los profesionales. El que una lactancia acabe por fracasar es algo que sucede por muchos motivos: a veces sí, son los profesionales, que dan consejos erróneos o simplemente no los dan, porque no los saben. A veces es la abuela del bebé, que presiona mucho, a veces es la madre, que solo quiere ser feliz y hacer feliz a su hijo, a veces es el padre, que no quiere ver sufrir a ninguno de los dos, y que se ofrece para dar un biberón, y a veces son todos y todo a la vez, porque cuando la lactancia se convierte en eso, en sufrimiento, llanto, sueño, dolor, un bebé que no engorda, un pediatra que pone cara de "no vamos bien" y una familia que insiste en que sigas sus consejos, el sentimiento de culpabilidad es tal que parece que lo más lógico es tirar la toalla y buscar la solución más fácil y rápida, esa que hace que todo cambie al instante.

No, no es lo mejor, pero para muchas familias ya no importa qué es mejor o peor, sino salir de esa espiral de sufrimiento físico y psicológico y dejar de hacerle daño al bebé. Por eso muchas madres acaban dando leche artificial muy a su pesar y por eso sufren, y algunas lloran cuando pasa el tiempo y les dicen que "no lo intentaste lo suficiente", "tiraste la toalla demasiado pronto", "algunas es que son muy débiles y no hacen lo imposible por su lactancia" o "si le hubieras dado el pecho ahora no se te habría puesto malo"... el sentimiento de culpa sigue ahí ahora transformado en la decisión que tomó en ese momento, la de empezar a disfrutar de la maternidad.

¿Lo ideal? Que encuentren a alguien que les ayude y que tengan en cuenta que a veces pasa, que los inicios a veces son así. Si no es el pediatra, que sea una asesora de lactancia, o una amiga, o la madre, o alguien que tenga el tiempo y los conocimientos para estar ahí cerca echándole una mano en lo que haga falta. Si consiguen pasar ese momento, ese trance, quizás todo acabe en una lactancia exitosa. Si no es posible, si no se encuentra a esa persona que te sabe ayudar, si se llega al punto en que no se puede más, es normal que se acabe por dar biberón, porque todo el mundo tiene un límite ylo último que se quiere, como he dicho, es ver sufrir a tu bebé.

Por eso debemos respetar a las madres, a todas, tanto a las que dan el pecho como a las que dan biberón, ya sea en sus casas, ya sea en la calle. Que eso también lo he visto, miradas de reprobación por ver a una mujer dando un biberón a un bebé chiquitín.

Desde luego, qué complicado puede llegar a ser tener un bebé, si hagas lo que hagas siempre habrá alguien que te diga que lo podrías hacer mejor

martes, 8 de diciembre de 2015

Porque no se recomienda la aspirina en niñ@s?

Muchos de vosotros tal vez recordéis que de pequeños os daban aspirina infantil para los dolores, la fiebre... Pero, en la actualidad, la aspirina para niños está contraindicada, incluso hasta los 16 o 18 años no se debería administrar este medicamento. ¿Por qué no se recomienda la aspirina infantil?

Se ha demostrado que el ácido acetilsalecílico puede producir en niños y adolescentes efectos secundarios que podrían ser muy graves, como el síndrome de Reye, que supone consecuencias peligrosas en el cerebro y el hígado.

Por ello las sociedades científicas internacionales desaconsejan su uso hasta los 18 años y en España la Asociación Española de Pediatría nos recuerda en su artículo sobre la fiebre que actualmente se desaconseja el uso de ácido acetilsalicílico para el tratamiento de la fiebre o dolor en niños y adolescentes por debajo de los 16 años.

Al mismo tiempo nos recuerda que la fiebre es una reacción natural para activar las defensas frente a las infecciones y que no es necesario tratar la fiebre sino el malestar que produce. En otros lugares de su web para familias la AEP señala que la restricción es hasta los 18 años.

El Síndrome de Reye es una complicación rara pero grave que se produce especialmente durante la varicela y la gripe. Este síndrome en la actualidad se ha vuelto muy raro ya que como hemos visto el ácido acetilsalicílico dejó de recomendarse para uso rutinario en niños al ver que su utilización incrementaba las posibilidades de que sucediera el síndrome.

El síndrome de Reye se observa con más frecuencia en niños de cuatro a 12 años de edad. La mayoría de los casos que ocurren con varicela se dan en niños de cinco a nueve años mientras que los casos que se presentan con la gripe por lo general se dan en niños de 10 a 14 años.

En definitiva, recuerda no dar aspirina a tu hijo y consultar al pediatra las dudas al respecto. Los fármacos antitérmicos más adecuados para la edad pediátrica son el paracetamol y el ibuprofeno, aunque siempre habría que identificar aquello que causa la fiebre antes que intentar bajarla a toda costa: los antitérmicos no siempre son necesarios.

Recetas postres a partir de 12 meses

Flan de manzanas

Pela medio kilo de manzanas, córtalas en cubos y colócalas en una cacerola junto con media taza de azúcar. Tapa y cocina hasta que estén tiernas. Procésalas hasta obtener un puré. Incorpora 2 huevos, mezcla y colocalo en frasquitos de cristal ( de algún potito). Cocina a baño de María a fuego medio durante aproximadamente 30 minutos. Retira, deja enfriar y desmolda. 

  Flan de queso;

1/2 litro Leche
Yemas De Huevo
250 gramos Queso De Burgos
1 vasito Cuajada
3 cucharadas Azúcar
un poco de caramelo liquido.

Empieza mezclando con la batidora todos los ingredientes excepto el caramelo, fijándote que no queden grumos.
Hierve la mezcla constantemente para evitar que se pegue.
Carameliza una flanera o utiliza individuales y vierte la mezcla.
Por último déjala enfríar. Al final obtendrás un rico flan.

Arroz con leche;

•  Un litro de leche entera.
● 50 g de arroz.
● 100 g de azúcar.
● 1/3 de rama de canela.
● Corteza de limón.
● 30 g de mantequilla.

 En una cazuela, poner la leche a hervir junto con la rama de canela y la corteza de limón. 
2. Cuando comience a hervir incorporar el arroz, retirar los aromáticos, poner a fuego muy suave y remover sin parar para que no se pegue durante 30 minutos. 
3. Añadir la mantequilla y dejar que cueza durante otros 30 minutos, sin dejar de revolver.
4. Echar el azúcar, revolver y retirar del fuego. Verter en copas o platillos hondos. Servir frío

Bizcocho de naranja;

200 gr. de azúcar
1 huevo y 2 yemas
1 naranja
1 cucharada de levadura en polvo
100 gr. de mantequilla
250 gr. de harina
1 yogur natural

1. Lavar y secar una naranja y rallarla. Extraer el zumo. Batir en un cuenco las yemas y el huevo entero con el azúcar, hasta que la mezcla resulte espumosa

2. Incorporar la mantequilla derretida, el zumo y la ralladura de la naranja y mezclar bien.

3. Tamizar la harina junto con la levadura en polvo e incorporar a la mezcla anterior, trabajando bien para quede todo mezclado. 

4. Incorporar el yogurt y volver a mezclar bien. A continuación, engrasar un molde de bizcocho con mantequilla y verter en él la masa preparada, (no debe llenarse más de la mitad del molde).

5. Espolvorear la superficie con un poco de azúcar granulado, e introducir en el horno, previamente calentado a temperatura media durante 30 minutos aproximadamente. Desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla

Bizcocho de pera;

175 gr. de harina
175 gr. de azúcar
50 ml. de aceite
100 gr. de yogur natural
2 huevos
1 cucharadita de levadura
1/4 cucharadita de canela
1 pizca de sal
1 pera

1. Batir el huevo con la sal y el azúcar hasta que blanquee y aumente su volumen.

2. Añadir el yogur batido y el aceite, mezclando bien.
3. Incorporar la harina tamizada con la levadura y la canela, mezclar bien hasta que no queden grumos.

4. Precalentar el horno a 180ºC. Verter la masa del bizcocho en un molde engrasado. Lavar y pelar la pera trocearla en láminas y colocarla sobre el bizcocho.

5. Hornear unos 25-30 minutos, hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo salga limpio. Sacar y dejar enfriar unos minutos antes de desmoldarlo.

Natillas de plátano;

2 plátanos maduros
½ litro de leche
4 huevos (solo yemas)
100 gr. de azúcar
1 ramita de canela o canela en polvo.
Y una cucharada de maicena.

- Pelar los plátanos y trocearlos en pedazos pequeños. Reservar.

- En un cazo, mezclar la leche, el azúcar, la rama de canela y los trozos de plátanos y llevar al fuego para calentar.

3- Cuando empiece a hervir, bajar un poco el fuego y mantener el cazo a fuego por unos 5 minutos más, removiendo de vez en cuando.

4- Quitar el cazo del fuego, retirar el plátano y batirlo con las 4 yemas.

5- Agregar la leche caliente y batir.

6- En un vaso con un poquito de leche caliente mezclar la maicena.

7- Llevar la mezcla al fuego bajo hasta que empiece a cuajar.

8- Verter la natilla en vasos individuales o en una fuente y dejar que se enfríe.

9- Cuando esté fría la natilla, llevarla a la nevera por unas horitas hasta la hora de servirla.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Cenas en bebes a partir de 12 meses

Cuando tu bebé cumple el primer año aproximadamente, llega el momento de empezar a introducir las cenas en su régimen alimentario.

En mi casa, la noche del primer cumple de mis dos hijos fue celebrado con su primera tortilla de quesito. ¡Fue un éxito! y una noche bonita porque empezar con el sólido es un paso importante en la alimentación de tu bebé.

A esta edad en que surge una gran curiosidad, la dieta del bebe consiste en;

leche (materna o de fórmula) debe tomar mínimo dos bibes al dia, un puré de verduras (con carne o pescado)y el puré de frutas para merendar

Además de ésto, toma trocitos de pan, galletas, algunos trocidos de fruta machacada y como ya muchos bebés no hacen toma nocturna, necesitan comer más antes de dormir. Se empiezan a introducir las primeras cenas para bebés.

Es importante recordar que aunque a partir del año se supone que el bebé puede ir incorporando a su dieta todos los alimentos poco a poco, habrá que esperar hasta los 18 meses para introducir mariscos embutidos. Y hasta los 3 años para caramelos frutos secospor el riesgo de atragantamiento.

Os propongo las siguientes ideas para las primeras cenas de un bebé de 12 meses (siempre que el pediatra no os haya dicho que algo de lo siguietne está contraindicado):

Tortilla: francesa, de jamón york, de quesito, de jamón y queso, de jamón serrano partido super pequeño, de atún (a partir de 15-18 meses).

Verduras a la plancha o en tempura Conseguir que estén bien blanditas o pure de verduras.

Salchichas (mejor si son caseras de carnicería) partirlas en trocitos muy muy pequeños. Te cuento un “truco secreto” para reducir la grasa de las salchichas caseras de carnicería: pincha la salchichia longitudinalmente con la punta de un cuchillo y cuécelas en agua hirviendo durante 10 minutos. Las escurres y las fríes. Verás el montón de grasa que se ha quedado en el agua y que has evitado que tus hijos consumieran.

San jacobos caseros. Coges una lámina de jamón york, metes un tranchete, lo cierras con otra lámina de jamón york y lo empanas. Tras freirlo, es una cena ligera y resultona.

Merluza albardada con puré de patatas.

Merluza empanada con puré de verduras.

Sopa con muchos fideos o estrellitas o puntitos, lo que quieras o tengas en casa

Hamburguesa casera con tomate.

Croquetas: mejor si son caseras. Un consejo: cuando hagáis croquetas de pescado, batir el pescado completamente antes de usarlo por si hay alguna espina para que no se la vayan a clavar.

Empanadillas de jamón york y quesito;

Dejamos las obleas fuera del frigorífico una media hora antes de rellenarlas. Colocamos en el centro de cada oblea un quesito, unos tacos de jamón york y doblamos ésta obleas sobre sí misma y presionamos los bordes con un tenedor. Freímos en abundante aceite de oliva virgen hasta que se doren pero sin llegar a que se quemen. Escurrimos sobre una fuente con papel de cocina y servimos calientes acompañadas de una salsa de tomate.

sábado, 5 de diciembre de 2015

Tacata para el bebe: NO!

Porqué no es bueno usar el andador o tacatá para el bebé.

La pregunta ya tiene respuesta desde el principio: ¿Es bueno usar el tacatá, tacataca o andador para los bebés? Pues claramente, No.

Os voy a explicar cada uno de los puntos que destacan en esta infografía:

Los perjuicios del uso de andadores o tacatás se concentran en 2 grupos:

– Accidentes.

– Alteraciones del desarrollo

Accidentes en bebés debidos al uso de andadores o tacatás:

Todos los pediatras los hemos visto, os describo algunos de los más frecuentes:

– Caída con el andador por las escaleras. De los más frecuentes y por lo aparatoso de los que con más frecuencia se ven en el hospital.

– Se ha volcado el tacatá y ha caído quedando atrapado bajo el cacharro.

– Ha cogido impulso y ha frenado chocando con la cabeza contra el borde de la mesa (suele quedar a esa altura).

– En un momento ha llegado a la mesa, ha tirado del mantel y se ha echado encima… La sopa caliente, la cubertería, el jarrón…

Resumiendo: El tacatá o andador da al bebé una movilidad excesiva, que aún no controla y que le permite hacer cosas que no está preparado para reconocer como peligrosas. Yo suelo decir que es como regalarle una moto de alta cilindrada a un adolescente: No es seguro que se la vaya a pegar, pero las posibilidades son muy, muy altas…

Alteraciones en el desarrollo de los bebés por andadores o tacatás:

El tacatá supone poner al niño en una postura y hacer que la mantenga el tiempo que nosotros consideremos oportuno de forma artificial.

Por definición, se usa en niños que aún no andan, ya que cuando andan ya no lo necesitan.

Eso lo que hace es forzar que el bebé se mantenga en una de las tres posibles posiciones durante un tiempo artificialmente prolongado:

– De pie. Cuando los niños empiezan a ponerse en pie lo hacen por períodos progresivamente más largos. Al principio aguanta pocos segundos. Conforme va haciendo más fuertes los músculos y ligamentos necesarios irá alargando ese tiempo. Pero no es bueno forzarlo. Algunos niños tienen problemas en de madurez en las caderas (tendencia a que se salgan de su sitio). Cuando es el niño el que se pone en pie por sí mismo, se echa al suelo en cuanto se nota incómodo. Pero cuando lo ponemos en el tacatá lo mantenemos en esa postura el tiempo que nosotros consideramos oportuno y eso puede superar lo adecuado para él. También puede afectar la espalda, ya que si se mantiene erguido demasiado tiempo acaba adoptando posturas perjudiciales.

– Sentado con las piernas colgando. Esta postura favorece de nuevo en los niños con inmadurez en las caderas, que el propio peso de las piernas tienda a separarlas de la articulación, favoreciendo la luxación.

– De puntillas. Muchos bebés empiezan a usar el andador cuando aún llegan al suelo sólo de puntillas. Hacer esto de forma repetitiva favorece que se fortalezcan demasiado los gemelos haciendo que el desarrollo de la musculatura de las piernas sea desequilibrado.

– Entorpece que el bebé aprenda a andar. Con el tacatá los niños lo que hacen es impulsarse con ambas piernas o hacerlo sin usar su equilibrio. Ambas conductas son contrarias a lo que el niño necesita para aprender a andar. No ayuda a que ande antes (lo que además no tiene ninguna ventaja), sino que favorece que el niño use esquemas que son perjudiciales para andar correctamente.

A mi parecer, esto debería ser más que suficiente para que se prohibiese la venta de estos “artilugios del demonio”. Lo siento por los que se dedican a fabricarlos y venderlos. Pero no tienen ninguna ventaja y son peligrosos.

Mientras las autoridades llegan a la conclusión de que deben hacerlo, no lo compres ni lo uses con tu bebé. Es mi recomendación clara.

Y sabéis que no suelo ser tan tajante.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Mitos y realidades sobre la lactancia

  • Cada vez son más los beneficios reconocidos de la lactancia materna en bebes de hasta dos años.

La leche debe ser la alimentación exclusiva del bebe - Verdad
Las sociedades pediátricas en la Argentina y la OMS, recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses de vida y como alimentación complementaria a partir de los 6 meses hasta por 2 años. "En este período el bebé genera su sistema inmunológico y también, desde lo emocional y vincular, nuevos recursos que favorecen su desarrollo. Muchas mamás vuelven antes de este período a trabajar, con lo cual es importante que como sociedad ayudemos y acompañemos a que la lactancia continúe respetando el desarrollo saludable físico y emocional de los bebés", indicó Silvina Gradi, Puericultora deFundación Lactancia y Maternidad(Fundalam).
A los bebés hay que darles el pecho a libre demanda, cada vez que lo pidan - Verdad
Esto es importante, sobre todo en los recién nacidos. La cantidad de leche que produce una madre llega a su punto óptimo cuando se amamanta al niño tantas veces como lo necesite.
"Tradicionalmente había dos escuelas de pediatras: una que decía que la lactancia tenía que ser con horarios fijos para inducirle al chico un esquema de alimentación, y otra que decía que la lactancia tenía que ser a demanda o "ad libitum". Cada vez que el chico demandara había que amamantarlo,sin importar el horario. Esa es la escuela que prosperó y es la que se parece más a nuestro modelo", explicó el doctor Ruben Carón, bioquímico delConicet, y precisó que la glándula mamaria tiene un "ajuste automático a la demanda". Aquellas mujeres que tienen una lactancia activa generan este producto de forma indefinida por lo que la cantidad de leche que la madre produce llega a su estado óptimo cuando el niño amamanta tantas veces como lo necesite.
Siempre hay que darle al bebé ambos pechos en cada toma - Mito
En la Liga de la Leche explican que es mucho más importante dejar que el niño termine de tomar del primer lado antes de ofrecer el segundo, aunque esto signifique que rechace el segundo pecho. La última leche (que contiene más calorías) se obtiene gradualmente a medida que se va vaciando el pecho y algunos niños, si se les cambia de lado de forma prematura, se llenarán de la leche primera, más baja en calorías, en vez de obtener el equilibrio natural entre la primera y la segunda. Como resultado, el bebé no quedará safisfecho y podría no ganar peso en forma adecuada. Durante las primeras semanas, sí conviene ofrecer ambos pechos en cada toma para ayudar a establecer el suministro de leche.
Durante el embarazo es necesario incorporar alimentos que contengan determinados nutrientes para asegurar el crecimiento sano del bebé - Verdad
"Todos los nutrientes que ingiere la madre son incorporados por el bebé a través del cordón umbilical. Para un embarazo saludable, se recomienda incorporar hierro (fundamental para la producción de glóbulos rojos), calcio (necesario para el crecimiento y desarrollo de los huesos) y ácidos grasos esenciales como, por ejemplo, el DHA (un ácido graso de la familia de los Omega 3, que contribuye al óptimo desarrollo del cerebro, los ojos y el sistema nervioso del bebé)", aseguró Rodrigo Valenzuela Baez doctor en nutrición y alimentos de la Universidad Nacional de Chile.
Después del año, la composición de la leche materna cambia y ya no es tan buen alimento para el bebe - Mito
"La leche materna es el mejor alimento para el recién nacido, ya que permite su crecimiento armonioso en los primeros meses de vida y lo protege de futuros trastornos metabólicos. Además, contiene numerosos compuestos con propiedades capaces de eliminar agentes patógenos y, por ende, de prevenir enfermedades, además de regular el sobre crecimiento de población bacteriana intestinal. Muchos de estos compuestos de la leche materna también estimulan la maduración del sistema inmune del lactante", explicó la licenciada Liliana Grimberg, nutricionista-dietista del Centro Terapéutico Máximo Ravenna. La OMS destaca que la lactancia materna debe comenzar dentro de la primera hora de vida del niño y realizarse en forma exclusiva hasta los 6 meses. Si bien una vez cumplido ese tiempo se deben introducir otros alimentos, sin embargo es beneficioso complementarlos con el pecho hasta los 2 años de edad. Se considera que
Es bien visto socialmente extender la lactancia materna hasta los 2 años de edad - Verdad
El 50% de las mujeres está a favor de extender la lactancia materna hasta los 2 años, si bien en la práctica, el 67% de las mamás declararon amamantar hasta los 12 meses del bebé, según un estudio de TrialPanelrealizado en la Argentina. Entre quienes aún no son madres, 12 meses es el tiempo que creerían que darían de amamantar a su hijo (con el 28% de las respuestas), luego se encuentra la opción de 9 meses (21%).
Si la mamá está enferma, no debe amamantar y si lo sigue haciendo no puede tomar ninguna medicación - Mito
Profesionales de la Asociación de Empresas de Nutrición Infantil (ANI) explicaron que si la mujer tiene gripe, tos, está resfriada o tiene alguna enfermedad leve puede seguir amamantando (en tal caso, antes de tocar al bebé conviene lavarse las manos y, si es necesario, cubrirse nariz y boca con un barbijo o un pañuelo). Si se trata de una enfermedad más grave, antes de tomar cualquier medicación deberá consultar al médico. Si el medicamento o terapia que debe tomar es incompatible con la lactancia y no hay ninguna otra alternativa, se puede mantener la producción de leche haciéndose una extracción manual o con sacaleche mientras dura el tratamiento para después retomar la lactancia.
Cuando no se puede amamantar, las fórmulas infantiles son la mejor alternativa a la leche de pecho - Verdad
Si bien por sus beneficios nutricionales, inmunológicos y para el desarrollo infantil, nada puede superar a las cualidades protectoras de la leche materna, en los casos en los que la lactancia materna no es posible o por algún motivo resulta insuficiente, lo ideal es suplantarla o suplementarla con las llamadas fórmulas infantiles, que contienen las vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, nucleótidos, probióticos y prebióticos adecuados para el crecimiento y desarrollo del bebé. Además, están diseñadas para cada etapa y niño en particular.
Las mujeres con pechos pequeños no pueden amamantar o tienen menos leche - Mito
El tamaño de los pechos no influye en la lactancia. Todas las mujeres producen leche de buena calidad y en cantidad suficiente porque la lactancia es un proceso regido por la ley de la oferta y la demanda: cuanto más se lo amamante, más leche se producirá.
Amamantar brinda ventajas a la mamá tras el parto - Verdad
"El acto de amamantar forja el vínculo entre la madre y el bebé gracias al contacto que implica este acto. A su vez, la lactancia conlleva ventajas para la salud de la mujer, ya que ayuda a reducir la hemorragia posparto y reduce el riesgo de padecer ciertas enfermedades como el cáncer de mama, útero y ovario. Otro punto a destacar es que el amamantamiento contribuye a disminuir la contaminación ambiental al evitar la utilización de elementos metales o plásticos que afecten al medio ambiente", explicó la doctora Ana Pedraza, neonatóloga, jefa del Servicio de Neonatología de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina.
Tener los pezones planos o invertidos va a hacer casi imposible la lactancia - Mito
Si bien al principio puede ser más difícil el enganche, existen dispositivos diseñados especialmente para sacar hacia afuera los pezones invertidos o temporalmente aplanados. En muchos casos, los pezones invertidos sobresaldrán más a medida que el bebé comience a acoplarse y pase el tiempo. La succión ayuda. Si el problema persiste, se puede buscar ayuda de un experto en lactancia.
El bebe debe tomar leche en una correcta posición - Verdad
"Es importante que cuando una mamá alimenta a su bebé por primera vez sea acompañada por el personal que asiste el nacimiento y en lo posible iniciar la lactancia a la hora siguiente al parto. Es aconsejable que también se les enseñe a las madres cómo se debe dar de mamar al niño y cómo mantener la lactancia", comentó la doctora Marisa Breton, médica neonatóloga de la Fundación Hospitalaria. Y agregó que en cuanto a las posturas no hay una ideal, lo mejor es ir rotando. Aunque sí es recomendable mejorar la postura, la mamá tiene que estar bien sentada y usar almohadones para estar cómoda, los lugares tranquilos son ideales para que esté relajada y pueda amamantar sin sentirse incomoda. Los almohadones para amamantar pueden ayudar a posicionar al bebé en el pecho.
Amamantar causa dolor - Mito
"Cuando el bebé está bien prendido no debería sentirse dolor, y si él mismo queda satisfecho con cada toma quiere decir que está prendiendo bien. Otra manera de darse cuenta es el pezón, si éste no se lastima ni queda deformado cuando se quita al bebe, quiere decir que el amamantamiento es correcto", explicó Breton.
La leche materna, una aliada contra el cáncer de mama - Verdad
Un grupo de investigadores y becarios del Laboratorio de Hormonas y Biología del Cáncer del Instituto de Biología Experimental de Cuyo (Imbecu-Conicet), estudió la relación entre la ingesta de este alimento en la infancia y su incidencia en la formación de tumores mamarios durante la vida adulta. Como resultado de su trabajo en modelos experimentales, los científicos observaron que un consumo apropiado de leche materna durante los primeros años de desarrollo reduciría significativamente las posibilidades de contraer cáncer de mama en etapas más avanzadas de la vida.
"El cáncer no es una enfermedad, son muchas. Se agrupan bajo el mismo nombre, pero es un conjunto grande de enfermedades, y cada una tiene sus características particulares. Hicimos un estudio epidemiológico y descubrimos que había una baja importante en la formación de tumores. Ahora estamos analizando esos tumores biológicamente, y la glándula mamaria desde el punto de vista epigenético, para ver cuáles son los cambios que pueden explicar esta disminución", el investigador independiente del Conicet, Rubén Carón.
Para tener más leche, hay que beber mucha leche - Mito
Es conveniente que la mujer siga una dieta balanceada, pero no hay alimentos que aumenten o disminuyan la producción de leche. Esta se regula en función del vaciado del pecho, no de los alimentos que se ingieran. Es importante además que la madre reciba un buen aporte de agua para compensar el volumen de la misma que el organismo utiliza para la producción de la leche.
La lactancia materna, clave para prevenir enfermedades respiratorias - Verdad
La ONG Red de Enfermería por la Prevención destaca la importancia del amamantamiento natural como método para evitar enfermedades respiratorias en bebés, ya que la leche humana contiene propiedades inmunológicas que ayudan a reducir el riesgo de enfermar y sufrir complicaciones por Virus Sincicial Respiratorio (VSR), principal agente de contagio en menores de dos años. En los casos de niños nacidos por parto prematuro y en condiciones de alto riesgo, está comprobado, también, que la lactancia materna les posibilita salir con mayor facilidad de su estado crítico, superar la inmadurez general con la que nacieron y crecer en buenas condiciones.
Hay que espaciar al menos tres horas cada toma para darle tiempo al pecho a que "se recargue" - Mito
Según la Liga de la Leche, el cuerpo de una madre lactante siempre está produciendo leche. Sus senos funcionan, en parte, como "depósitos de reserva", algunos con mayor capacidad que otros. Cuanto más vacío esté el pecho, más rápido trabajará el cuerpo para reabastecerlo. Cuanto más lleno esté, más lenta será la producción de leche. Si una madre espera sistemáticamente a que se le "llenen" los pechos antes de amamantar, su cuerpo puede recibir el mensaje de que está produciendo demasiada leche y, por tanto, reducir la producción.
Cada vez son más las madres que amamantan a sus bebés durante los primeros meses de vida - Verdad
Según datos brindados por elMinisterio de Salud de la Nación, el 40,5 % de las madres argentinasalimentan a sus hijos menores de 4 meses exclusivamente con leche materna, un 28,5% más de lo registrado en 2007. A los 6 meses de edad, se registró que 30% de los bebés reciben únicamente leche materna. A su vez, 1 de cada 2 niños continúa siendo amamantado al año de vida, mientras que a los 2 años, la tasa se reduce a 1 de cada 4 niños. La Alianza Mundial Pro lactancia Materna señala un aumento en los índices de inicio y prevalencia de la lactancia materna en el mundo, en los últimos 20 años, tendencia que se replica.

Consejos para una lactancia materna exitosa

En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia 2015, el Observatorio Chicco presenta algunos consejos a tener en cuenta para conseguir una lactancia materna cuidada y tranquila:
-Alimentar al bebé cada vez que tenga hambre, especialmente durante las primeras semanas, ya que la producción de leche es estimulada por la succión frecuente.
-Amamantar en una posición correcta: para que el bebé sea más hábil para succionar con un mínimo de esfuerzo, es vital que se prenda al pecho de la manera correcta. En este caso, es aconsejable que la mamá seleccione un lugar tranquilo y cómodo, donde se sienta relajada, y encontrar la posición más confortable para ella y su bebé.
-Durante la toma es importante que el bebé se prenda del seno correctamente para prevenir dolorosos tirones de los pezones: Su boca debe estar abierta de tal manera que la boca cubra el pezón por completo y parte de la areola; su nariz y mentón deben de tocar el seno.
-Alimentarlo con los 2 senos en cada comida, empezando con el que terminó en la toma anterior.
-Si la madre es propensa a tener pérdidas de leche entre cada toma, debe usar cascos recogeleche que garantizan higiene, y permiten que la piel respire conservándola seca y saludable.
-Para mantener un buen nivel de producción de leche es importante que la madre beba de 3 a 4 litros de agua al día y que amamante con frecuencia.